Hace cuatro años se dejaba un gran superavit en la fiesta de Guerras Cántabras y el nuevo presidente proclamaba orgulloso: "soy uno más en ese sentimiento de formar parte de algo grande"
Después de la asamblea extraordinaria de ayer, podemos comprobar cómo no hay nadie que quiera hacerse cargo de la asociación, y la junta directiva continuista no cuenta con las bendiciones de los festeros.
Los motivos... claros:
.- Hoy no sabemos de cerca de 1.500 festeros y 5.000 personas ligadas a esa cita de forma indirecta de hace cuatro años, cuantos quedan de ellos. Todos intuimos un gran descenso de ese censo inicial.
.- Presupuestos presentados nada claros respecto al desfase económico de estos últimos años.
.- Varias denuncias revolotéan alrededor de la forma de actuar de una Junta directiva autoritaria y poco delegada. Y se van vislumbrando algunas más en un futuro inmediato, por lo que la posible judicialización de unas fiestas que son para divertirse están haciendo mella.
.- Posible desaparición de grupos en el horizonte.
.- Y no salir en primera convocatoria, con 21 noes, 6 blancos, dos nulos y siete ausencias indica que la dirección a seguir por la junta directiva de Aguecan debe ser de 180 grados, o sea, dirección contraria.